Ofensiva

En 1980, al culminar mi última temporada de Intermedia, se nos despidió ceremonialmente retirándonos el Jersey por nuestro Coach. Era el fin de mi carrera deportiva. Al terminar mi elegibilidad pensé que el deporte ya sería cosa del pasado y que de ahora en adelante ya podría atender mejor mis estudios. No obstante, pocas semanas después nos informaron a todos los recién retirados de esa generación que nuestro preciado equipo, Potros Salvajes, incursionaría en el siguiente nivel, -el nivel más alto en México en aquella época- la Liga Mayor. Medité mucho antes de decidirme a aceptar esta Convocatoria. Esta empresa que tenía delante de mí me imponía mucho respeto. Me preguntaba si estaría yo listo para participar a ese nivel. Sin embargo, al analizar mi trayectoria que había tenido desde el 1974, cuando varios compañeros de la Secundaria 5, entre ellos, mis entrañables amigos y casi hermanos, Eugenio Herrera Vallejo y Gustavo Martínez Ramírez, llegamos a reclutarnos en la Categoría Juvenil, y tuve que reconocer que obtuve muchos beneficios a nivel personal y grandes razones para estar y vivir agradecido por haber jugado este maravilloso deporte. Fue un momento importante pues participar sería todo un desafío que implicaría ciertos sacrificios, pero más sobresalientemente, grandes experiencias y satisfacciones de vida. Un crecimiento integral. Jugar implicaría un compromiso con la Institución (U.A.E.M.), con mis compañeros de equipo y sobre todo conmigo mismo, así que, considerando mis características físicas no me ayudarían mucho en este deporte, puedo decir que, aunque no fui un jugador excelente, estuve entre los integrantes más constantes, nunca falté a los entrenamientos por razones triviales y puedo decir que me retiré feliz, satisfecho y sin remordimientos, de haber dejado ahí mi mejor esfuerzo, la mejor versión de mi en esos primeros cinco años de Liga Mayor. En retrospectiva, considero un gran honor haber formado parte de la Primera Generación de Liga Mayor en mi Ciudad natal, Toluca. Además de conocer a grandes compañeros y cultivar su amistad que hasta la fecha de hoy, aún conservo. También se desempeño como Centro en Equipos Especiales